El cáñamo es un bioacumulador: tiende a absorber metales pesados del suelo, dejando el suelo limpio al amontonar contaminantes en su cuerpo. En el momento en que se destina al consumo humano, o sea por supuesto un inconveniente. Mas como medio para adecentar la tierra de toxinas industriales, el cáñamo es muy agradable. Los científicos chinos han publicado hace poco su investigación sobre la reacción biológica del cáñamo al plomo en el suelo. Examinaron cómo las células de dos variedades de cáñamo respondían a altos escenarios de plomo, equiparando una planta de tipo fibra sensible al plomo con una planta de tipo semilla condescendiente al plomo. Las dos plantas se vieron perjudicadas por el plomo en el suelo, modificando la expresión de precisamente 300-400 proteínas. Los cambios recurrentes alteraron la generación de energía de las plantas, empeoraron su asimilación de materias primas (como carbono y nitrógeno) y alteraron la descomposición de las proteínas dañadas. Mas la diversidad de cáñamo fuerte se vio menos perjudicada que la sensible al plomo: se alteraron 6 ocasiones menos proteínas en la planta fuerte al plomo que en la cepa más sensible. Estos desenlaces lanzan algo de luz sobre las adaptaciones primordiales a fin de que el cannabis permita de manera exitosa el suelo contaminado.