Una parte de la razón por la cual los médicos desconfían de la medicina del cannabis es la carencia de ensayos al azar, doble ciego y controlados con placebo, el estándar de oro para la investigación médica. Debido al estatus del cannabis como sustancia ilegal, la investigación comúnmente se posterga a investigaciones retrospectivas, que son útiles mas más dispuestas a estar sesgadas. Mas hay métodos en medio de estos dos esquemas, como los ensayos de etiqueta abierta. En una investigación de etiqueta abierta, los pacientes no están cegados al fármaco que reciben y el protocolo tiende a ser menos riguroso. Científicos australianos han publicado hace poco una investigación de etiqueta abierta de Epidiolex en la epilepsia pediátrica. Los 40 pequeños comprometidos tenían casos extremos: tenían innumerables conmociones cotidianas, y el niño habitual ahora había probado nueve fármacos distintas, mas tenía menos de nueve años. Cerca del 18-30% de los pequeños “mejoraron bastante” o bien “mejoraron bastante” con el régimen con CBD , en dependencia de si se preguntó a sus cuidadores o bien médicos. Esta tasa de optimización es semejante a la de los ensayos precedentes de Epidiolex, mas sutilmente más baja. Las conmociones de nadie se detuvieron completamente con el régimen con CBD , lo que comunmente sucede en precisamente el diez% de las situaciones. Se recalcaron determinados resultados consecutivos: varios pacientes tenían somnolencia, fundamentalmente esos que tomaban CBD con clobazam. Dos pequeños que tomaban valproato y CBD tenían una función hepática modificada. Se creyó que un tolerante tenía un incremento de conmociones debido al régimen con CBD , aunque es bien difícil de discernir dada la gravedad de su condición inicial.